La presencia del Instituto Calasancio “Hijas de la Divina Pastora” en Daimiel se remonta a comienzos del siglo XX vinculándose la historia de nuestro Centro a la relación de amistad fraguada entre Don Tiburcio Ruiz de la Hermosa, párroco de San Pedro Apóstol, y el Padre Faustino Míguez de la Encarnación, sacerdote escolapio, por los cuidados que éste ofrece a los padecimientos de enfermedad de D. Tiburcio.  El párroco daimieleño solicita una fundación en la villa poniendo de manifiesto la gran necesidad que tenía entonces Daimiel de un colegio de religiosas para la educación de las niñas. En agosto de 1910 el Padre Faustino, con 79 años, visita Daimiel acompañado de la Superiora General M. Julia Requena.

“Siendo papa Pío X le ofrecen una casa en la calle Méndez Núñez y Don Tiburcio cierra el contrato en mayo de 1912. Hacia el 9 de agosto de ese mismo año, todo está listo para poder instalarse. A los cuatro meses la casa se queda pequeña y encuentran una más céntrica, junto al camino, una casa por medio y casi a la esquina de la plaza (…) Resulta ser que la primera casa en propiedad de la Congregación es la de la calle Estación 11, cuya escritura se firma a nombre de Dña. Julia Requena García, el 3 de abril de 1913, ante el notario D. Daniel Moreno Cervero”.

Junto a la primera comunidad y el primer colegio, llegaron las primeras alumnas: Joaquina Contreras, Matilde Campillos, Emilia y Carmen Navarro y Francisca García Carpintero son algunas de las que tenemos constancia y a las que fueron sumándose muchas más.

Nuestra historia centenaria avala la calidad de nuestro estilo educativo, laicos y religiosas  Calasancias seguimos mirando al pasado con agradecimiento, al presente con optimismo e ilusión, y al futuro con esperanza, rigor y creatividad.